viernes, 26 de septiembre de 2008

Los Privilegios de la Razón visual


Los Privilegios de la Razón Visual
Desarrollo Sincrónico
En el Lenguaje Plástico de Alejandro Quijano
por Berta Taracena

Con impulso audaz y sugerente, Alejandro Quijano presenta una esplendida serie de obras recientes que ilustran infinitas relaciones geométricas y matemáticas en la repartición del espacio. Sus formas y volúmenes de lírica silueta, constituyen un valioso intento que se hace en el arte actual de México, para condensar plásticamente, una operación estética, con el atractivo, de que este artista añade al principio abstracto, movimiento y sentido utilitario inventados por él.

La repartición de formas en el espacio, obedece a leyes tan antiguas como las matemáticas, pero lo que resulta novedoso, es el significado múltiple que da Quijano a cada una de sus obras, al realizarlas como objetos transformables, móviles estructuras articuladas, que en última instancia, es posible convertir en otras cosas.

Desde hace algún tiempo, el arte aparece cada día mejor relacionado con la geometría y las ciencias. La Ley de Gauss, el movimiento de la esfera, el conoide de Plucker, las ecuaciones de tercer grado, el desarrollo sincrónico de formas geométricas y, de este modo, fórmulas sucesivas sin fin, inspiran a los artistas de temperamento inquisitivo como Alejandro Quijano, a crear poéticas composiciones, que desde la época del Cubismo y el Op, van sugiriendo derivados diversos.

Lejanas están las épocas en que los artistas representaban a la geometría como la diosa de la exactitud; hoy en día, aplican sus principios complejos y variados con libertad y fantasía, para obtener, esquematizadas imágenes que cautivan por su múltiple definición.
En series recientes, Quijano trabaja con la trisección del ángulo, la cuadratura del círculo y la duplicación del cubo, apasionándole igualmente el método de reducción al absurdo, que enriquecen el nuevo capítulo en la historia de lo bello. Los actuales materiales, de ilimitado espectro, facilitan la interpretación de estas apreciaciones ó leyes, lográndose por estos caminos impactantes, construcciones visuales, cuyo principio es tan antiguo como el hombre.

A la fecha, Quijano se ubica dentro de la categoría del artista joven que se destaca por su tendencia a investigar nuevas corrientes en las artes visuales. Le preocupa interesar al público en la obra del artista plástico, debido a lo cual, ha creado con éxito eventos, instalaciones, esculturas, ambientes, y otras expresiones, descubriendo, no sin cierta sorpresa, que es su actual serie de estructuras transformables la que mayor interés ha despertado entre diversos actores de una sociedad que parece tan indiferente ante el trabajo del creador visual.

En resumen, la trayectoria aludida muestra principalmente, que Quijano ha reencontrado una antigua veta de ideas y sensaciones, y que está extrayendo de ella, preciosos datos que pueden congeniar con la peculiar sensibilidad del momento actual.
El público no se interesa en las novedades sin fundamento, sino que por el contrario, en conceptos que por su solidez y continuidad pueden enriquecer su vida presente, tanto mejor, si tales aportaciones resultan además estéticas.

La personal interpretación de Quijano a las leyes científicas, que tanto eco ha despertado, es prueba de su fecunda intuición creativa que puede llevarlo muy lejos.
No deseando limitarse, declara que son fuentes de su inspiración, además de la matemática y la geometría, la física, la naturaleza, la arquitectura espacial, la música, la cristalografía, el ser humano, y otras maravillas más; si bien lo importante es descubrir nuevas formas para comunicarse con quienes lo rodean.

Poeta turbulento, deriva del equilibrio de las tensiones, un estilo personal y una fantasía, que destaca en este difícil campo ya recorrido por geniales aportadores.
La vital energía de sus estructuras, se basa por ahora en la forma de origen matemático y geométrico, y cobra originalidad en el movimiento que opera transformaciones continuas en cada una de sus obras, cuyas dimensiones aumentan con el color orgánico, empleado como agente ilusorio para este fin.

El movimiento de estas estructuras, que son en realidad esculturas y pinturas, es real pero no autónomo, ya que no existe sin la manipulación de quien quiera comunicarse con ellas, o sea, sin la intervención del espectador, que es una de las metas principales de este artista. De ahí que fácilmente deriven de sus proyectos múltiples aplicaciones, que se transforman de continuo, para dar lugar a otras expresiones.

Berta Taracena
Historiadora y
Crítica de Arte

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