domingo, 3 de agosto de 2008

The Ludical Geometry of Alejandro Quijano
Is this a two dimensional or a three dimensional art work? Is this an art work to be seen or is it to be assembled? In view of this is dilemma, the observer will be compelled to take of his jacket and rigid clothing, jumping into a pair of shorts and a tee-shirt, in order to get ready for a Ludical aesthetic confrontation. In the midst of a whirlwind full of images. Oh what a joyful instant! Such freedom!
All kinds of pyramids, one truncated cone, tetrahedron, dodecahedron and icosahedrons, a cubic form, and parallelepipeds, are part of this versatile production, that have been elaborated since 2005, in very complicated graphic techniques. This geometrical art work can be established as the articulated world of the “good forms”; that Alejandro has created as a result of his inexhaustible imagination.
Two unquestionable reasons guarantee that this is a world of “good forms”. First of all, because formally this is the accurate term given to the geometric figures by the theorist, due to the ability which enables them to be easily perceived and makes them even more fertile on the field of visual communication; and secondly because they have been splendidly placed in the area of the visual arts, obtaining a successful effect as motivational entities.
What I really find remarkable, is the equilibrium achieved by Quijano in an outstanding way, through the human presence – mainly embodied in a female essence, which has been a leitmotiv of his art work – he liberates the geometrical tension of precision and through a fragile and unconventional material that constitute these absolutely artistic series, he manages to rearrange our common perception.
Richard Shiff an American art critic said that an artist acts with a total faith on personal identity, considering himself as an autonomous being, capable of self-expression at the time of representation. Once we have verified these quoted qualities in Alejandros Graphic – sculptures the only thing that is left to do is to applaud human creativity and the presence of the artist in our society.*
Maria Helena Noval
Art critic and historian

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La Geometría Lúdica de Alejandro Quijano
¿En dos o en tres dimensiones? ¿Son para ver o para armar? Ante este dilema, el observador se quitará el saco y en mangas de camisa y pantalón corto, se dispondrá al enfrentamiento estético por la vía lúdica. ¡En medio del torbellino de imágenes, un momento gozoso! ¡Qué liberación!

Dos tetraedros, un dodecaedro, un cubo, un isocaedro, una columna de planta triangular, cinco pirámides y un cono truncado de papel, --la muestra se compone de 12 grabados realizados mediante diversas técnicas del 2005 para acá--, constituyen el mundo articulado de “buenas formas” que el maestro Alejandro Quijano ha ideado obedeciendo a su inagotable imaginación.

¿Buenas formas? Indudablemente y por dos razones. Primero porque así califican los teóricos formalistas a las figuras geométricas debido a que son fácilmente perceptibles y por ello muy fecundas en el campo de la comunicación visual
[1]; en segundo lugar, porque están estupendamente llevadas al terreno de las artes plásticas ya que logran surtir un gran efecto como entidades emotivas. Con esto se quiere decir que el equilibrio logrado por Quijano es sobresaliente, dado que la presencia humana --el rostro femenino es su leitmotiv--, libera la tensión propia de la geometría dura y organiza para nuestros sentidos una serie de piezas totalmente artísticas, aún considerando la no convencionalidad y la fragilidad del material que las constituye.

Dice el crítico norteamericano Richard Shiff que actuar como artista es tener fe en la identidad personal, considerarse autónomo y capaz de la auto-expresión a la hora de representar. Una vez comprobadas dichas cualidades en los escultograbados del maestro Quijano ¿qué más se puede pedir si no el aplauso a la creatividad humana, a la presencia del artista en nuestra sociedad? Ø

María Helena Noval
Historiadora y Crítica de Arte

[1] Cfr. Arnheim, Rudolph. Arte y percepción visual. Alianza Forma, Madrid, 1984.

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Alardes de Polivalencia en la Obra de Alejandro Quijano
Durante todo este año Alejandro Quijano ha presentado más de diez exposiciones, cuyas diversas obras muestran no solo su vocación por las artes visuales y todos sus retos, sino su encarnizamiento de artesano, siempre empeñado en perfeccionar al máximo, forma y contenido.
Tanto en escultura como en dibujo o en pintura, destaca por su linealismo laberíntico que con virtuosa elegancia heredada de familia y tradiciones, representa un mundo de fábula, fábula no solo para gozarse, sino fábula en el momento en que se constituye, o mejor dicho quizás, en el momento vital de su germinación.
De temperamento móvil e inquieto, Quijano es un artista que inscribe trazos y volúmenes potencialmente rápidos, no solo derivados de la fantasía, sino que aportan ideas claras sobre la riqueza de recursos inventivos del artista, así como, de la suma de intereses contrarios que animan y confunden al hombre de hoy.
Su lenguaje plástico, cautiva y convence al espectador, tanto por las evasiones, como por el compromiso social mostrado, la meditación de la historia, o el ímpetu hacia el mañana. La movilidad de su estilo, su talento para la transfiguración, no se explican solo pensando en un fácil derivado de estilos y tendencias del arte actual, facilitado además por los dotes de saber técnico que caracterizan a Quijano ya que en realidad se trata, en su caso, de un excelente artista que sabe expresar el espíritu desafiante y móvil de nuestro tiempo que anhela experimentarlo todo y llevar en todas direcciones su ansia de conocimiento y de verdad.
Dibujo, gráfica, pintura, escultura, ambientaciones, y objetos –las sillas escultóricas van de la miniatura al trono – oscilan de la figuración al abstracto, del realismo a la fantasía, de la geometría al arabesco, o al laberinto continuo ir y venir que alcanza amplios desarrollos expresivos, basados en el puro juego de la línea, la forma, el color, pero también el humor, el erotismo, y la poesía que invariablemente animan al artista.
Dentro del panorama mostrado tanto en en la Galería Pedro Gerson, en la galería José Clemente Orozco, de la Universidad Autónoma de Chapingo, en el Jardín Borda del Instituto de Cultura de Morelos, en el Museo de la Ciudad de Santiago de Querétaro, el Museo de Arte Tridimensional, en el Centro Cultural Acapulco, ó en el Vestíbulo principal de la H. Cámara de Diputados, y en galerías de Estados Unidos como Westin Galleria Hotel, el Instituto Mexicano de Cultura de Houston Texas, en la galería FL Fine Art Francisco Lecuona, Boca Ratón Florida, en la Dawnlyn Fine Arts Gallery, de West Palm Beach, en La Galería de Aldo Castillo, Chicago IL USA, y otros países como la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Benjamín Carrión, sala Nicolás Kingman, en Quito, Ecuador, el Institut of Jamaica, en el Centro de Convenciones en Rep. Dominicana y la Casa de México Benito Juárez, en La Habana Cuba entre otras, Quijano comunica su inalterable sentido de humanismo y justicia por medio de generosos alardes de polivalencia.
El gran número de fuentes y estímulos que se pueden reconocer en su obra, acaba resolviéndose en una rica unidad de valor, gracias a la notable capacidad de control que caracteriza al artista, que lo inclina a consolidar una trayectoria clara y explícita sin extravíos o pérdidas de tiempo, a pesar de su continuo afán de experimento y de su libre fantasía.

Berta Taracena

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Alejandro Quijano
Podemos asumir que el arte en América Latina va a la vanguardia en exploración de materiales y técnicas o medios. Los artistas actualmente encuentran en los materiales no tradicionales su mejor manera de expresión.

Alejandro Quijano, conciente de que una obra tradicional ya no es suficiente y que el artista necesita comunicar nuevas sensaciones y otro tipo de energía, realiza su obra en bronce y juega con el color. El resultado son una serie de piezas que nos ofrecen una connotación muy personal que la sitúan en lo contemporáneo, sin embargo también asoman una gran dosis de lirismo, en el que habita el idioma plástico ancestral de América Latina. Ver el conjunto de esta muestra, nos da la sensación de una instalación, donde la unidad y el todo, nos permiten tener diferentes lecturas y posibilidades de comunicación.

En la obra de Alejandro Quijano, se aglutinan formas y colores, que interactúan logrando una dinámica y una fuerza que mantienen una constante y una unidad. Es escultura y pintura o escultura pintada que se acerca más a la actualidad plástica del arte objeto.

Con una obra madura que ya cruzó la línea de lo posible, desde lo técnico hasta el concepto, la identidad y significado se manifiestan en una obra intensa y viva. Una obra en la que Alejandro Quijano nos ofrece un mundo infinito, depurado, sereno, equilibrado, poético, audaz y perdurable.

Javier Padilla
Enero de 2004

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